TRADICIONES

Celebraciones, festividades y actos ancestrales arraigados

Las  festividades religiosas que se celebran en Villalcázar de Sirga se remontan siglos atrás. Sus habitantes han sabido trasmitir de generación en generación los actos con los que rendir honores a sus patronos, pero también han sido capaces de legar otras costumbres vinculadas al ocio y al entretenimiento.

Conscientes de la importancia de mantener aquellas tradiciones, los vecinos participan y colaboran en ellas, consiguiendo que, por el momento, haya un relevo generacional que garantice la pervivencia de ritos, bailes tradicionales o juegos populares. Eso permite generar entre los habitantes de esta villa palentina un sentimiento de pertenencia con visos de continuar en el futuro.

Nuestra Señora del Río y San Fructuoso son los patronos oficiales de Villalcázar de Sirga, aunque también se organizan diferentes actos en honor  la Nuestra Señora la Blanca, a quien está dedicada su famosa iglesia parroquial.

A la Virgen del Río la festejan el lunes inmediatamente posterior a Pentecostés. Ya en los días previos a esta fecha se organizan distintas actividades pensadas para públicos de todas las edades, pero es en la víspera cuando cobran importancia. El domingo es el momento en el que, una vez finalizada la Novena en la iglesia de Santa María la Blanca, la talla de la Virgen del Río regresa a su ermita, a un kilómetro y medio del pueblo. Es en este punto donde dice la sabiduría popular que la propia Virgen quiso que se construyera el templo tras ser rescatada de una riada y aparecerse a un pastor.

Los vecinos trasladan la talla y una vez en su casa se le canta La Salve, para acabar con una ofrenda floral. Es el lunes cuando todos los vecinos acuden de nuevo a la ermita en una procesión que se remonta al año 1752, cuando se pidió la intercesión de la Virgen para acabar con la peste que asolaba la zona. La música tradicional acompaña a todos los que participan en esta romería, que luego asisten a una misa cantada y, posteriormente, vuelven a procesionar con la imagen alrededor del templo, disfrutando de unas buenas viandas en la explanada de la ermita, si el tiempo acompaña.

A San Fructuoso se le celebra cada 28 de abril. Las reliquias de este santo se custodian en el interior de la iglesia de Santa María la Blanca, en un relicario en forma de brazo. Es una celebración más modesta pero de mucho arraigo. Antaño el Ayuntamiento recorría  las escuelas repartiendo galletas a los niños.

Y aunque Santa María la Blanca no es la patrona de la localidad, también se organizan diversos actos para festejarla en su día, el 5 de agosto. Al celebrarse en verano, la presencia de alcazareños es mucho mayor y, por tanto, el programa festivo más extenso y variado. Entre los eventos programados destacan la elección de las melgueras y los melgueros y el campeonato de chana, un juego popular que en Villalcázar de Sirga tiene mucho tirón. Consiste en derribar dos cuernos utilizando morrillos, unas piedras con forma cilíndrica que se lanzan desde una considerable distancia. El juego consiste en tumbar los cuernos de un lanzamiento directo, sin que el morrillo rebote o bote contra el suelo.

También es tradición en este día participar en la cena medieval que cuenta con un gran respaldo vecinal, tras la que tiene lugar el Rigodón. En la plaza Mayor y ante la atenta mirada de los vecinos, varias pajeras participan en este baile de salón de origen francés. Los bailarines van vestidos de gala y deben seguir las instrucciones del jefe de baile o bastonero que les va marcando los cambios en las figuras que deben ejecutar mientras suena la música del acordeón.